Aumenta la producción de manera natural

Angelina Perna Chaux, IBCLC

Producción, producción y producción. Una palabra que parece preocuparle a muchas madres, antes de iniciar una lactancia. ¿Tendré o no suficiente leche? Si mi bebé quedara con hambre, ¿qué hago? Y mil dudas más, que lo único que han causado, es predisponerlas a un fracaso.

Por eso, siempre les diré, tranquilas y confiadas, todo es más bonito.

El milagro de la producción

No somos un banco de leche, somos una, ¡FÁBRICA de leche! Tras el alumbramiento, nuestro cuerpo se adapta día a día para que la producción de la fábrica aumente, a medida que nuestro bebé crece.

Al principio la producción de leche se da manera endocrina. ¿Qué significa? Qué constantemente estamos segregando hormonas, necesarias para iniciar el arranque de la producción de leche, otras disminuyen para darle paso a que las responsables de la producción actúen. Este estado permanece por unas cuantas semanas.

En pocas palabras, así no hagas nada, la leche se sigue produciendo así porque sí. Aunque, si dejas de poner al bebé en el pecho, o te separas de tu bebé y no te extraes leche con frecuencia, ésta poco a poco disminuye su producción.

Hoy te quiero enseñar algo,

“Lo que hagas con tu lactancia en los primeros tres meses de vida de tu bebé, va a determinar el futuro de ésta”.

  • Angelina Perna

Sobre las seis semanas, la producción de leche pasa de ser endocrina a ser autocrina. Ahora sí que la producción de leche está determinada cada vez más, por la relación existente entre la oferta y la demanda de la glándula mamaria.

Esto significa que, la cantidad de leche que producimos depende de la succión del bebé, de la transferencia de leche o de la extracción, y que cambia en el tiempo a medida que nuestro bebé va creciendo y desarrollándose.

Un punto importante para tener en cuenta es que las necesidades de los bebés van cambiando, igual que la composición de la leche. Es por esto que hablamos de la leche materna como un “fluido biológico vivo” que se caracteriza por adaptarse a nivel nutricional, microbiológico e inmunológico a las necesidades cambiantes de los bebés.

¿Por qué muchas mujeres luchamos con la producción?

En realidad, la escasez de leche es una circunstancia muy rara y se conoce como hipogalactia.

La hipogalactia se resume como la producción insuficiente de leche materna para satisfacer las necesidades alimenticias del bebé, de manera exclusiva.

Hay dos tipos de hipogalactia:

Hipogalactia primaria:

Esta se asocia a problemas fisiológicos o condiciones específicas de la madre. Se caracteriza por un trastorno médico o quirúrgico, que generalmente, cuando son tratados y controlados, no pone en riesgo la producción. Condiciones maternas:

  • Diabetes mellitus, hipotiroidismo, obesidad, sobrepeso, ovario poliquístico o retención de placenta: puede retrasar la lactogénesis II.
  • Cirugías mamarias como pexias y reducción mamaria.
  • Hipoplasias mamarias: Pobre desarrollo de la glándula mamaria causando una hipogalactia real.
  • Uso de medicamentos como pseudoefedrina o ergot alcaloides.

Hipogalactia secundaria:

Se origina por varios factores, desde situaciones multifactoriales como sentimientos negativos que afectan la psicología de la madre, quien no es capaz de producir suficiente leche, hasta motivos mecánicos como la inadecuada estimulación de la glándula mamaria. Este último puede ser causado por:

  • Técnicas inadecuadas: No permiten que haya una adecuada transferencia de leche. Entre menos leche saca el bebé, menos leche la glándula necesita producir.
    • Agarre ineficiente
    • Posición inadecuada
    • Mala postura
    • Lactancia con horarios
    • Saltar tomas
    • No amamantar en la noche
  • Dolor al amamantar: Bloquea la acción de la oxitocina, hormona necesaria para sacar la leche del pecho. Si no sale la leche, no se produce más leche y se baja la producción.
  • Situaciones del bebé: Condiciones que interfieran con la correcta succión afectando la adecuada estimulación de la glándula, la transferencia apropiada de leche y por ende se disminuye la producción.
    • Disfunción motora en la succión
    • Frenillo sublingual corto
    • Micrognatia/retrognatia
    • Hipotonía
    • Hipertonía
    • Síndromes cromosómicos
    • Malformaciones de paladar
    • Entre otras.

La buena noticia es que la hipogalactia secundaria generalmente es transitoria y la producción mejora y se establece cuando se detecta a tiempo, se corrige el problema y se continua con las recomendaciones para cada caso en particular.

¿Qué hacer si produces menos leche de la que necesita tu bebé?

Antes que todo, es importante aclarar que no existe alimento o hierba milagrosa que aumente la producción. El tema de los galactogogos (substancias que aumentan la producción de leche materna) está muy dividido y aún faltan evidencias que demuestren lo contrario.

No entro en detalle al respecto, sin embargo, aclaro que siempre se puede lograr un aumento de producción de manera natural, el secreto está en tres cosas principalmente:

  1. Dar el pecho a libre demanda:

Un punto clave en mantener y aumentar la producción es continuar brindando el pecho a demanda. Debes estar consciente que el aumento se da naturalmente de manera gradual y con mucha dedicación.

Olvídate del reloj y ten en cuenta que entre más veces le des pecho a tu bebé, más leche vas a producir. Seguro que entre más frecuentes sean las amamantadas, menor y más efectivas serán las condiciones de tiempo y la calidad de las tomas.

  1. Contacto piel con piel:

El contacto piel con piel es mágico y promueve la producción de leche. El pecho es su hábitat, donde el se siente seguro y amado. No hay mejor sitio que el pecho de la madre o padre para un bebé. Sentir las palpitaciones, el calor y el amor, les genera tanta paz y placer, que a nosotras nos da la seguridad de que nuestro bebé está bien.

Las mujeres segregamos oxitocina, hormona que ayuda a fluir la leche de nuestros pechos y por ende, mejora la producción.

  1. Técnicas de lactancia adecuada:

Para nadie es un secreto que una buena técnica va de la mano de una lactancia tranquila, plácida y feliz. Esto incluye un agarre eficiente y profundo al pecho, una succión ideal, tomas efectivas, lactancia a libre demanda las 24 horas, evitar todo tipo de interferencias de tetinas (biberón y chupos), descanso, posiciones, etc.

Por eso, si algo no va bien, no dejes de contactar a una consultora que pueda apoyarte en tu proceso.

  1. Estimulación del pecho por la succión de tu bebé:

Lo que más estimula la glándula a producir leche es la succión de tu bebé. Muchas mujeres sienten el pecho blando y lo relacionan con baja producción, y las que sienten los pechos llenos, creen que son vacas lecheras. Sin embargo, esto no es así.

Un bebé que está mamando, va vaciando el pecho a la vez que vuelve a activarse el sistema hormonal que interviene en la producción de leche para producir más. Es por esta razón que los pechos son un pozo sin fondo.

Lo que ocurre biológicamente es que, al tomar leche, se arrastra el factor inhibidor de lactancia (FIL) que no es más que la dopamina. Esto da paso a que la prolactina haga su acción ya que no tiene con quien competir. Al tener menos dopamina, la prolactina se une a los receptores en los alvéolos para producir más leche.

Así, vamos armando este rompecabezas de piezas claves para la producción.

  1. El vaciamiento correcto de los pechos:

Aunque no parezca, los pechos nunca están realmente vacíos.

Otra técnica para aumentar la producción es apoyarse con la extracción de leche adicional. Recomiendo que en principio esa extracción se haga unos minutos después de la toma, haciendo un correcto vaciamiento de los pechos de forma manual o mecánica. Revisa el post, las dos formas para extraernos leche.

Cuando nos extraemos después de amamantar, aprovechamos un pequeño pico de liberación de prolactina. Es como hacerle un pequeño “engaño” a la glándula, dándole la señal de que el bebé tomó  una cantidad de leche adicional. Es entonces que, en la próxima toma, el cuerpo producirá lo que tomó él bebe y lo que me extraje. De manera gradual se va aumentando la producción.

Debemos recordar que la extracción de leche de manera mecánica, no libera la cantidad de hormonas que hace la succión del bebé, o la extracción manual de la leche. Por eso un gran tip es que después de la extracción de leche con extractor, se termine con la extracción de forma manual.

Otros factores para tener en cuenta

  • Si por algún motivo tu bebé necesita ser suplementado, lo ideal es que lo hagas con tu propia leche. Si estás suplementando a tu hijo con leche artificial, puedes ir reemplazando alguna de las tomas con la leche que te vas extrayendo. Igualmente, debes hacerlo de manera gradual.
  • Hay dos momentos claves para aprovechar los picos de prolactina y por ende la producción de la leche. Estos son a los 10 minutos después de la toma del bebé como ya te conté, y en la madrugada. En esta última, los niveles basales son más altos y su liberación por el estímulo de la succión, genera mayores picos.
  • Recuerda la importancia de la lactancia durante la noche, en especial la madrugada. Entiendo el agotamiento de las madres, sin embargo, será un esfuerzo que luego tendrá su mayor recompensa. La madrugada también puede ser un momento clave para que realices una extracción de leche, esto te ayudará a tener tu banco de leche casero y aumentar tu producción.
  • Es importante tener en cuenta que no es necesario esperar hasta sentir lo pechos llenos para extraerse. Esto puede amenazar tu producción. Si vas a estar ausente, la extracción la debes hacer con relación a las frecuencias de las tomas de tu bebé.
  • Tu postura y la posición del bebé también son importantes para lograr que el agarre esté correcto y tu bebé reciba una buena transferencia de leche. La comprensión mamaria te puede ser útil en casos que necesites mejorar la transferencia de la leche.
  • Por último, si necesitas aumentar la producción de manera rápida, puedes intentar la extracción poderosa. Ten presente que debes tener disposición de tiempo, dedicación, descanso y buena alimentación porque esta práctica puede llegar a ser agotadora.