El comportamiento dinámico de la leche humana.

Angelina Perna Chaux, IBCLC.

La leche materna es por excelencia el alimento natural para los bebés. Les aporta nutrientes, energía, complejos inmunológicos, bioactivos y las células vivas necesarias para el óptimo crecimiento y desarrollo de los más pequeños.

De un tiempo para acá escuchamos que la leche materna es un fluido dinámico y por ello, entendemos que es un líquido variable que cambia según las necesidades de nuestros bebés. Sin embargo, ¿entendemos qué significa?

Si no conoces este significado, te gustará este post.

¿Cómo es el dinamismo de la leche?

“La especificidad biológica de la leche materna se adapta durante las distintas etapas de la lactancia y esta, es influenciada por el ambiente y la práctica general del amamantamiento.”

Los factores que influyen en el cambio de composición de la leche varían según:

Estado de la lactancia

La edad gestacional de nacimiento del bebé

Etapa en la alimentación

Frecuencias de las tomas

Grado de vaciamiento

Características propias de la madre

1. Estado de la lactancia

Las necesidades nutricionales e inmunológicas de los bebés cambian a medida que la lactancia inicia, progresa y culmina, paralela al crecimiento y al desarrollo de los bebés.

Un bebé recién nacido que toma calostro se beneficia de una leche más concentrada en inmunoglobulinas, en especial la A, es más rica en proteínas y en minerales necesarios para esa primera interacción microbiológica y nutricional.  A medida que la leche madura se aumenta el volumen de agua, y se hace más grasosa y más calórica (Andreas, Kampmann, & Mehring Le-Doare, 2015) adecuándose al cambio metabólico y fisiológico del bebé.

No es cierto que el calostro sea más grasoso que la leche madura. Si quieres saber sobre las propiedades y el origen del color amarillo característico, te invito a leer las fases de la leche materna.

2. Edad gestacional y peso del bebé al nacer

La edad gestacional de los bebés influye en la producción de leche de la misma manera en que interviene en la composición energética, inmunológica y nutricional.

El volumen de producción de leche materna es menor en madres con bebés nacidos antes de tiempo comparado con el de las madres con bebés a término (Walker, M., 2017). Sin embargo, esto no es problema porque la leche que se produce es la justa medida para compensar las demandas del prematuro, siempre y cuando se proporcione a ¡LIBRE DEMANDA!

Los bebés prematuros gozan de una leche más rica en células como macrófagos y linfocitos, y en compuestos bioactivos como vitaminas A y E, carotenoides, IgAs, lisoenzimas, lactoferrina y neutrófilos. Su valor energético también es mayor igualmente que las concentraciones de proteínas, lípidos, nitrógenos y ácidos grasos. (Walker, M., 2017; Wambach, K., & Riordan, J., 2017). Todos estos factores son esenciales e importantes para la defensa y la supervivencia del bebé prematuro.

Algo similar ocurre con los bebés de alto peso al nacer. Su composición varia para establecer las necesidades energéticas, nutricionales y de defensa.

3. Etapas en la alimentación

Las distintas técnicas que evalúan la composición de la leche han demostrado que la misma leche cambia durante la misma toma, entre las distintas tomas del día y a medida que la lactancia prosigue durante el tiempo. (Wambach, K. & Riordan, J. 2016)

Siendo la misma leche vemos que en la toma cambia levemente su color. Al principio tenemos la percepción de que es más líquida por su color transparente y a medida que transcurre la toma se vuelve más amarilla.

“La primera leche que toma el bebé es rica en lactosa y agua, luego se nutre de proteínas, compuestos bioactivos y biológicos y, por último, se torna rica en grasa.”

Igualmente, la composición de la leche también cambia durante el transcurso del día y de la noche. Las concentraciones de grasa son mayores durante la media mañana y menores en la noche. (Andreas et al., 2015)

4. Frecuencias de las tomas

Las frecuencias de amamantamiento se diferencian entre las distintas poblaciones a nivel mundial y están ligadas a la cultura y los estilos de vida. En nuestro mundo occidental nuestros bebés tienden a mamar más tiempo, pero menos veces que en algunas poblaciones en las que los bebés permanecen más tiempo con las madres, y como resultado maman más seguido y en un menor tiempo.

Te pregunto, ¿Crees que las concentraciones de nutrientes de la leche materna de una madre africana de la tribu bosquimana, de quien su bebé mama cada diez minutos por noventa segundos, es la misma que la de una madre occidental donde su bebé mama cada tres horas por muchos minutos? Revisa la frecuencia y tiempo de las tomas y la composición

5. Grado de vaciamiento

El grado de vaciamiento del pecho establece qué tanta leche se va a producir. Entre más vacío quede el pecho durante la toma del bebé o la extracción de leche, mas leche necesita ser originada. La composición de la grasa es la más variable según las frecuencias de las tomas y el tiempo de la última toma. Revisa la frecuencia y tiempo de las tomas y la composición; FIL

6. Características de la madre

Los componentes bioactivos, inmunológicos, microbianos y celulares cambian drásticamente según el efecto de la interacción con el entorno y las características propias de la madre. La composición de la leche varía enormemente a lo largo de toda la lactancia materna.

Los invito a leer el post de transformación de la leche humana donde nos cuenta cómo nuestras propias características influyen en la composición de la leche.

Como ya pudimos comprender la propiedad dinámica de la leche materna nos enseña que nuestra leche está diseñada únicamente para satisfacer las demandas de nuestros bebés y se adapta según las distintas etapas de su desarrollo, el ambiente y nuestras prácticas de la lactancia.

La leche de otras especies de mamíferos también se adecúa y es específica para abastecer las necesidades de sus propias crías. Como dice el viejo refrán de la lactancia,

“La leche de vaca es para los ternero y la leche humana para nuestro bebé”.

Bibliografías

  • Andreas, N. J., Kampmann, B., & Mehring Le-Doare, K. (2015). Human breast milk: A review on its composition and bioactivity. Early Human Development, 91(11), 629–635. https://doi.org/10.1016/j.earlhumdev.2015.08.013
  • Walker, M. (2017). Breastfeeding Management for the Clinician. Using the evidence. Published by Jones & Bartlett Learnings. Forth edition. Pg 12, 130.
  • Wambach, K. & Riordan, J. (2016). Breastfeeding and Human Lactation. Published by Jones & Bartlett Learnings. Fith edition. Pg 121- 137.