Vanessa Rincón Ure, Fisioterapeuta Especialista en Neurorehabilitación

Asesora de Lactancia Materna @neurolactancia

¿Qué tanto sabemos del rol que cumple la lactancia en el neurodesarrollo?

La vida nos entregó a las mujeres una linda misión: gestar, dar a luz y amamantar, y esta última, es de gran importancia, pues abre un mundo de posibilidades para el neurodesarrollo de nuestros hijos.  ¿Y cómo es esto posible? Por lo general, conocemos mucha información donde se nos describen los beneficios de la lactancia materna para el fortalecimiento del sistema inmune, a nivel gastrointestinal y para el desarrollo en general. Pero ¿qué tanto sabemos del rol que cumple la lactancia en el neurodesarrollo? Y no solo hablo de la leche materna como tal, sino de la práctica de amamantar.  Eso es lo que deseo que compartamos en estas líneas.

Factores que promueven el neurodesarollo

Dentro de la composición de la leche materna, se encuentran diferentes sustancias que realizan un gran aporte.  Entre ellos se encuentran los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, los cuales se depositan especialmente en el cerebro y la retina, que son requeridos para una adecuada neurotransmisión. También están involucrados en la arborización dendrítica y la reparación neuronal, posterior a una lesión celular.

Sus dos principales exponentes son el ácido araquidónico (AA) y el ácido docosahexaenoico (DHA).  Si, ese famoso DHA, que tanto nos nombran en comerciales de televisión y que es importante para el desarrollo cognitivo y cerebral de nuestros niños.  ¿Sabías que el DHA, es un nutriente esencial en el lactante y que su fuente principal es la leche materna?  Al nacer, el bebé no puede sintetizarlo endógenamente (dentro de su cuerpo) de forma eficiente por la inmadurez enzimática que presenta al inicio de la vida, y por ello, necesita de una fuente exógena (fuera del cuerpo) para recibirlo. Por eso, la la leche materna es la principal fuente de DHA y a la vez, la biodisponibilidad es mayor en comparación a sucedáneos.

El DHA interviene en los procesos de neurogénesis y neurotransmisión, también se ha asociado al aumento de las capacidades visuales y en el desarrollo cognitivo de los niños que han sido amamantados. Esto también está relacionado con la duración y la frecuencia de la lactancia.

Otra sustancia…

La colina es otro nutriente esencial que  realiza un gran aporte en el neurodesarrollo de los bebés. Se encuentra en grandes cantidades en la leche materna y se relaciona con los procesos de cognición, memoria y aprendizaje. Ésta se encuentra en las células del hipocampo que son las encargadas de dichos procesos.

Sin embargo, estas y muchas otras sustancias presentes en la leche materna no actúan solas. De ahí la importancia de la práctica de amamantar y del contexto en el cual se encuentra ese binomio que involucra a madre e hijo para evidenciar y fortalecer estos beneficios, pues ellos no trabajan de manera aislada. El entorno juega un papel fundamental para que dichos procesos se den, por lo que se requiere de un ambiente enriquecido y seguro para el desarrollo del lactante.

“Educar es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”

– Nelson Mandela

Adicional a esto, la educación que recibe la madre acerca de la lactancia y de la práctica de amamantar, genera que se logre establecer su lactancia de acuerdo con los lineamientos requeridos, siendo seis meses de manera exclusiva y mantenerla hasta los dos años o más, es decir, hasta que ellos lo decidan. Por lo tanto, se puede establecer que la lactancia es beneficiosa para el neurodesarrollo, no solo por los componentes anteriormente descritos sino por aquello que se encuentra inmerso en la práctica de amamantar.

Cada vez que una madre amamanta logra generar un vínculo y conexión que solo ese binomio puede experimentar. Alcanza una descarga hormonal que genera un confort entre ambos y una profunda conexión de amor y seguridad.  Cuando esto sucede, la madre por medio de diferentes estímulos como cantarle, hablarle, tocarlo y sentir a su bebé, envía inputs sensoriales a nivel visual, auditivo, táctil, propioceptivo y kinestésico que él recepciona y registra en su cerebro, siendo necesarios para sus aprendizajes futuros.

Al promover y proteger la lactancia, también fortalecemos el neurodesarrollo de los bebés

Siendo el neurodesarrollo un campo muy amplio para poder medir su impacto, se han correlacionado las habilidades verbales en niños amamantados y mayores puntuaciones en algunas escalas que evalúan el vocabulario y el desarrollo cognitivo. La lactancia es un factor protector dentro del desarrollo neurológico.

En la práctica de amamantar es indispensable la interacción verbal y no verbal, ya que de una u otra forma se expresan las emociones entre la madre y su bebé, y al contar con una sólida red de apoyo se favorece que este proceso se logre establecer de manera exitosa, permitiendo con ello que ambos disfruten de este acto tan hermoso y natural.

De esta manera, mi invitación es a promover y proteger la lactancia materna por la gran cantidad de beneficios que aporta al desarrollo del niño -específicamente en su neurodesarrollo-. Además, es indispensable darle la oportunidad de explorar y experimentar de manera adecuada y segura su entorno para poder fortalecer dichos procesos y disfrutar de estos beneficios, que cada día se estudian con mayor profundidad.