Nuestras propias características influyen en la transformación de la leche.

Angelina Perna Chaux. IBCLC.

Te invito que al leer el siguiente post tengas presente la siguiente premisa…

“La especificidad biológica de la leche materna se adapta durante las distintas etapas de la lactancia y esta, es influenciada por el ambiente y la práctica general del amamantamiento.”

La leche materna es un fluido dinámico que está vivo, y gracias a la microbiota que habita en ella se hace aún más única y especial. En el post del comportamiento dinámico de la leche materna vimos cómo cambian la concentraciones de los compuestos, las sustancias químicas y biológicas a medida que la lactancia prosigue su curso natural dado a factores propios o externos de la madre. Sin embargo, existen características propias de la madre que también influyen en la composición de la misma.

Características de la madre:

Ambientales

Nutricionales

Microbiológicas

Inmunológicas

Particularidades de la madre que influyen en el cambio de la composición de la leche

Factores ambientales y genéticos contribuyen a la diversidad composicional de la leche materna. La interacción de las madres, el ambiente y la alimentación cambian desde el estado inmunológico y microbiológico hasta el nutricional de la leche, adaptada completamente para el bebé de cada entorno  (Walker, M., 2017).

1. El ambiente, etnia y entorno.

Cada una de nosotras producimos leche de muy alta calidad para nuestro bebé que, según la interacción con el entorno, la forma cómo vivimos y las costumbres generales que adquirimos en la manera de dar el pecho, conforman la versatilidad de su composición.

Si comparamos a madres de distintas culturas podremos comprender más fácilmente esta propiedad cambiante de la leche materna. Imaginémonos cómo se establecería la composición de la leche de las tribus Inut o deg hit’an en Alaska, que basan su alimentación en la pesca y en la caza de animales grandes como caribúes y osos, y medianos como castores y gansos. A la vez, las estaciones climáticas y el modo de vida de estas etnias difieren totalmente del nuestro y por efecto, su leche también debe ser algo distinta.

Uno de los estudios pioneros que tenía como objetivo establecer la composición de los nutrientes en distintas etnias en los siete continentes mostró que las composiciones y concentraciones de las proteínas, carbohidratos y otros nutrientes no variaban significativamente en comparación a las grasas y los lípidos que si cambiaban. También evidenciaron que existía una variación interindividual entre madres de la misma etnia y la composición de las grasas (Jenness, R, 1979).

Indudablemente la leche de todas estas madres tendrá diferencias específicas en su composición tanto nutricional como microbiológica e inmunológica, importante para proveer lo que necesita su bebé y para prepararlo al ambiente en el que se encuentra su madre.

2. Dieta de la madre

Gran parte de la leche materna y de los compuestos nutricionales se sintetizan en los alvéolos (células que producen la leche) estableciendo su composición. Sin embargo, los últimos estudios han demostrado que nuestra dieta puede afectar el cambio en la composición de algunos nutrientes. Aunque esto no significa que produzcamos una leche superior o inferior en su calidad, todas las leches son el alimento por excelencia para nuestros hijos.

Los lípidos y las grasas que le aportamos a nuestro bebé están influenciados por la dieta a diferencia de los otros compuestos nutricionales en los que poco influye directamente lo que comamos. El 83% del total de las grasas de la leche materna es contribuido por la dieta, mientras que solo el 17% se produce dentro de las células (Andreas, Kampmann, & Mehring Le-Doare, 2015).

En el caso de las proteínas sucede lo contrario, el 80-90% del total de ellas se fabrican nuevas en los alvéolos, mientras que solo un 12 % más o menos lo aportamos a través de nuestra dieta.  Algo similar ocurre con los carbohidratos (Andreas et al., 2015). Algunos estudios han demostrado que madres lactantes entre los 20-30 años tienen un ligero aumento en la concentración proteica, sin embargo, las diferencias no son significativas y su impacto no es relevante.

Es por esto que madres en estados de malnutrición producen igualmente leche materna de alta calidad capaz de satisfacer las necesidades de su bebé.

3. Microbiota intestinal y de la glándula mamaria

Cuando nace un bebé la microbiota de la leche se fija por el contacto piel con piel del bebé y su madre, por la cavidad oral del bebé al mamar, por la ruta enteromamaria que transporta las bacterias que habitan en el intestino materno a la leche y la microbiota que reside en la glándula mamaria (Gómez-gallego, García-mantrana, Salminen, & Carmen, 2016).

La leche materna son “gotas de leche cargadas de vida” que también cambian su composición según el estado microbiológico de la madre. El equilibrio de la microbiota intestinal estable o no, actúa sobre la microbiota de nuestra glándula mamaria, de la leche materna y por ende, en la colonización de la microbiota intestinal del bebé.

“La leche materna es un fluido biológico dinámico repleto de vida”.

4. Estado inmunológico

La leche materna ha evolucionado inteligentemente para alimentar al bebé y adaptarse a cualquier cambio ambiental para protegerlo así de las infecciones y enfermedades hasta que su sistema inmunológico madure (Andreas et al., 2015). En pocas palabras, hasta el declive natural del amamantamiento en el que el niño pueda valerse por sí solo.

Cuando estamos enfermas por cuestiones virales o bacterianas los anticuerpos que nuestras células de defensa producen para combatir dicho patógeno, son aportados a nuestro bebé a través de la leche materna. Es por esto que infecciones como la gripe, alergias, asma, varicela, mastitis entre muchas más, son compatibles con la lactancia. Solo en un porcentaje muy pequeño de situaciones especiales, la lactancia si está contraindicada.

Igualmente ocurre cuando nuestro bebé está enfermo. Recordemos el famoso caso viral de Mallory Smothers, mamá estadounidense quien publicó en sus redes la imagen de dos bolsas de leche extraídas días consecutivos con distinta coloración. Una leche representaba a su hija sana y la otra leche con un color amarillo intenso que se la extrajo al día siguiente de que su hija inició un cuadro de mucosidad y tos durante la noche.

La leche materna de esta madre cambio la composición de inmunoglobulina A para proporcionarle las defensas que su bebé necesitaba en este momento.

El dinamismo de la leche materna es un tema muy amplio por estudiar. No solo en lo que contiene o cómo modula la composición, sino en el impacto positivo que este puede generar en la salud futura de los bebés.

El mensaje que quiero dejarles es que la leche materna es específica para cada madre y su bebé. Independientemente de las pequeñas variaciones individuales siempre produciremos leche de muy alta calidad importante para las funciones fisiológicas y necesidades nutricionales de nuestros pequeños.

A medida que los mamíferos hemos evolucionado la leche también se ha ido adaptando para abastecer todas las necesidades, y esto ha sido clave para nuestra supervivencia y la de cada una de las especies. Confiemos siempre en nuestro instinto de MAMÍFERA.

Revisa el post del comportamiento dinámico de la leche materna para complementar lo leído.

Bibliografía

  • Andreas, N. J., Kampmann, B., & Mehring Le-Doare, K. (2015). Human breast milk: A review on its composition and bioactivity. Early Human Development, 91(11), 629–635. https://doi.org/10.1016/j.earlhumdev.2015.08.013
  • Gomez-gallego, C., Garcia-mantrana, I., Salminen, S., & Carmen, M. (2016). Seminars in Fetal & Neonatal Medicine The human milk microbiome and factors influencing its composition and activity. Seminars in Fetal and Neonatal Medicine, 1–6. https://doi.org/10.1016/j.siny.2016.05.003
  • Jenness R. (1979). The composition of human milk. Semin Perinatol 1979;3(3):225–39.
  • Walker, M. (2017). Breastfeeding Management for the Clinician. Using the evidence. Published by Jones & Bartlett Learnings. Forth edition. Pg 13.
  • Blog online disponible en, https://www.babysitio.com/bebe/la-leche-materna-se-adapta-curar-al-bebe-enfermo