La lactancia humana transciende mas allá de la clínica.

Angelina Perna Chaux, IBCLC.

 “Este post fue inspiración de tantas lactancias que han pasado por mi vista y que se han perdido, tan solo por un ligero comentario por parte de un profesional sanitario, poco o mal informado”.

Los profesionales sanitarios son una pieza clave en la decisión de la mamá para seguir alimentando de manera adecuada a su bebé.

Todas las madres ponemos nuestra confianza en los doctores porque asumimos que ellos son las personas más preparadas para revisar y controlar la salud de nuestros bebés y por ende, creemos que son los expertos en el tema.

Sin embargo, en ocasiones la realidad es algo distinta; estamos en una época en la que los profesionales están muy bien preparados para tratar cualquier enfermedad de los niños, pero adolecen de bases suficientes en temas relacionados con la nutrición, en especial con la lactancia materna.

No los culpo porque el origen de ese desconocimiento va mucho más allá de lo que se enseña en las universidades. Es un tema global, de intereses económicos en el que se olvida que la humanidad, alguna vez estuvo en simbiosis total con la naturaleza: la alimentación, los patrones de crianza y lactancia materna.

Igualmente entiendo que el mundo evoluciona, si no, no estuviera escribiendo en un computador. Sin embargo, les recuerdo que también pecamos por ignorantes. Mi incansable deseo de entender nuestra biología, nuestra historia y la realidad a la que nos enfrentamos a diario es lo que me impulsa a escribir este post.

Una triste realidad

Con mucha impotencia y desánimo me cuestiono acerca de, ¿por qué es que muchas mujeres no logran amamantar?, ¿por qué los pediatras formulan leche artificial por cualquier alteración que presenta el bebé o la mamá?, ¿por qué los ginecólogos recomiendan destetar en la primera mastitis que sufre una madre? Y estas, entre miles de preguntas más.

¿Es que los pediatras no saben que, formulando innecesariamente leche artificial no solo están afectando indirectamente la salud del bebé, privándolo de los beneficios que aporta la leche materna y a lo que estamos diseñado como seres biológicos, sino que también están atentando contra su salud?

La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda que la lactancia materna sea exclusiva hasta los 6 meses de edad y mínimo hasta los 2 años junto a la alimentación complementaria, y de allí en adelante hasta que la madre y el bebé decidan.

El protocolo de la ABM (Academia de Medicina de Lactancia Materna) establece muy claramente dicho protocolo, indicando que no se debe suspender la lactancia materna en caso de mastitis y que la recomendación es amamantar con mayor frecuencia el seno comprometido. No existe evidencia de que afecte negativamente la salud del bebé. Y si por algún motivo no está amamantado igualmente debe extraerse la leche retenida y seguir con el protocolo clínico para darle el manejo adecuado.

¿Es que lo médicos no saben que al amamantar a nuestros bebés no solo les satisfacemos las necesidades nutricionales, sino que al generar vínculo entre madre e hijo estamos afectando la manera como se expresan los genes involucrados con el neurodesarollo? ¿No saben que de allí inicia parte de la identidad de un individuo? ¡Privar al bebé de la lactancia materna es estar manipulando innecesariamente la epigenética!

Como dice el reconocido Dr. Nils Bergman:

“Nada de lo que hagamos o no hagamos tiene sentido para el bebé, excepto desde el punto de vista del cuerpo de su madre.”

Lo que este científico intenta explicar es que el hábitat natural de todo bebé es el pecho de su madre, lugar donde ocurren todos los procesos biológicos para el desarrollo del sistema nervioso y neurohormonal que se forja a través de la lactancia materna.

¿Es que una enfermera no sabe que al decirle a una mamá que no tiene leche o que su leche no alimenta, no solo está atentando contra la lactancia o la obtención de los beneficios por parte del bebé, sino que también está afectando negativamente su confianza?

¿No saben los profesionales sanitarios que al no fomentar la lactancia materna no solo están violando un derecho fundamental de los niños y sus madres, sino que contribuyen a que se agranden los problemas de salud pública de un país?  ¿Es que no saben que a una persona que se le priva del derecho de ser amamantado tiene mayores riesgos de enfermedades complejas, metabólicas y hasta cáncer? Me podría quedar haciendo millones de preguntas.

Si algún médico, enfermera, nutricionista, farmacéutico entre otras profesiones de la salud me está leyendo, espero que este post sea motivo para concientizarnos aún más del valor tanto nutricional, afectivo, psicológico y demás beneficios que aporta no solo la leche materna, sino la lactancia en general. Ojalá seamos promotores, desde cualquier punto de vista y no caigamos en más errores por simple desinformación. Este post lo hice con todo mi amor y su fin no es juzgar.

Felicito a aquellos profesionales sanitarios que son realmente conscientes de la lactancia materna y el impacto en la salud de los bebés que con sus recomendaciones realmente guían, apoyan y fomentan la lactancia materna y en especial aquellos que trabajan en equipo con consultoras de lactancia materna. Un abrazo para todos los profesionales sanitarios.

“Seamos promotores de la lactancia materna y pongámosla en práctica.”