Higiene de manos y pechos

Angelina Perna Chaux, IBCLC.

Como profesional de lactancia materna y microbióloga les dejo algunas recomendaciones para tener en cuenta cuando tocamos nuestros pechos o manipulamos objetos de extracción y de almacenamiento de leche materna.

Lavado previo de las manos

  1. Lavarse muy bien las manos con agua y jabón antes de tocar los pechos o manipular cualquier elemento de extracción o los recipientes para el almacenamiento de la leche.
  2. En caso de no tener agua potable y jabón, abstenerse de la conservación de la leche. Su calidad ya está en riesgo por agentes patogénicos que afectan la microbiota.
  3. No abusar de los jabones antibacteriales. Patógenos oportunistas pueden encontrar la forma de sobrevivir con tanta abrasión. Con un jabón normal y abundante agua es suficiente.

Mantén la higiene de los pechos

  1. No lavar los pechos después de cada toma del bebé:
    • Genera resequedad en la areola y el pezón volviendo esta zona tan sensible, aún más delicada y propensa a lesionarse.
    • También es peligroso porque se elimina constantemente la microbiota que protege los pechos en contra de los agentes infecciosos oportunistas y eliminamos la protección de lubricación natural por las glándulas de Montgomery.
    • Con el baño diario es más que suficiente.
    • En caso de infecciones o patologías importante las recomendaciones son dadas por el profesional.
  2. Si necesita limpiarlos por algún motivo, hacerlo con un trapo o paño húmedo es suficiente.
  3. Untar leche si es necesario y cuándo no haya una lesión de consideración.

Cuidado de los utensilios de los extractores

  1. Lavar los materiales de los aparatos con agua y jabón.
  2. Esterilizarlos al vapor o con agua caliente por 5 minutos; se deben seguir las recomendaciones de los fabricantes.
  3. Secar al aire o con una toalla de papel de rollo.